El Colegio Profesional de Ingeniería en Informática de Galicia (CPEIG) examina las ventajas y los problemas de seguridad que pueden causar los dispositivos con motivo del Día Internacional de Internet de las Cosas (IoT) que se celebra mañana martes, 9 de abril.
El CPEIG explica que Internet de las Cosas es un proceso que permite conectar elementos físicos cotidianos a la red, al tiempo que estos dispositivos se conectan con la nube e intercambian información entre sí. Dada la velocidad de cambio y de innovación tecnológica con la que se vive actualmente en un contexto global, el Colegio analiza los niveles de automatización y programación de Internet de las Cosas a los que se enfrentan actualmente usuarios y empresas, llegando incluso a influir en cuestiones técnicas, sociales y económicas.
“Se están combinado productos de consumo, vehículos, componentes industriales, servicios públicos, sensores y otros objetos de uso cotidiano con la conectividad a Internet y potentes capacidades de análisis de datos que prometen transformar el modo en el que trabajamos y vivimos. Según los últimos datos, un 40% de la población mundial está conectada y generando datos y se estima que en 2025 habrá más de 100 millones de dispositivos conectados a la IoT”, señala el presidente del CPEIG, Fernando Suárez.
En esta transformación que provoca la IoT, el CPEIG destaca su influencia en el sector empresarial e industrial, ya que muchas empresas aprovechan la Internet de las Cosas para superar a sus competidores, reduciendo costes y ofreciendo nuevos servicios a sus clientes. Principalmente, indica que se vio afectada la banca, ya que cada vez menos personas acuden a las oficinas físicas y recurren a la banca online, a través de aplicaciones móviles, para realizar sus trámites. Otro foco al que apunta el CPEIG es el marketing en tiempo real para acercarse al cliente en el momento preciso, gracias a tecnologías como el Big data y la IoT. Otro ejemplo claro es la industria automovilística y sus vehículos autónomos, donde el sector tiene que reinventarse constantemente para ofrecer servicios novedosos a los pasajeros.
A nivel usuario, el CPEIG explica que actualmente todo se puede controlar desde un smartphone, desde el hogar con la monitorización de electrodomésticos, hasta el propio estado físico de las personas, con relojes o zapatillas deportivas inteligentes, pasando por la alteración de las relaciones interpersonales, por ejemplo, con la aparición de la telemedicina.
El CPEIG advierte: cuidado con la seguridad de nuestros datos
A pesar de sus ventajas, el CPEIG quiere poner el foco en los desafíos de seguridad que presentan los aparatos de la IoT. “Muchos dispositivos tienen recursos limitados en cuanto a su capacidad de procesamiento y almacenamiento, lo que dificulta la aplicación de medidas de seguridad efectivas y provoca que sean vulnerables a ataques”, argumenta Fernando Suárez.
El CPEIG explica que los dispositivos conectados a la IoT conforman un ecosistema complejo, compuesto por sensores, redes, estándares tecnológicos y normativos que integra a personas, comunicaciones e interfaces. En este punto, el Colegio señala que existen programas informáticos, amenazas llamadas malware o secuencias de Exploit, que atacan estos dispositivos para ejecutar acciones sin el consentimiento del usuario, causando daño y robo de datos.
Pero existen otras amenazas como son la modificación de información, la reproducción de mensajes, la caída de la red, fallos de los sistema o del dispositivo, filtrado de datos, o la modificación de los dispositivos, entre otras. El CPEIG recomienda proteger el software, emplear prácticas contra vulnerabilidades y garantizar la autenticidad y la integridad de parches futuro.
Además, la falta de educación en ciberseguridad es otro de los desafíos de la IoT según el CPEIG, ya que usuarios y empresas no están bien informados de los riesgos y no toman las precauciones necesarias para proteger sus sistemas y datos, dejando expuestos sus dispositivos a ataques y comprometiendo su privacidad y la integridad de la información. Así, el CPEIG recomienda recurrir la partners tecnológicos para un correcto asesoramiento en en esta materia.