El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, anunció este lunes que Galicia será la primera comunidad autónoma de España en regular un sistema de microcredenciales para el ámbito laboral. Esta normativa pionera busca impulsar una formación más ágil, flexible y no reglada, ajustada a las demandas del tejido empresarial gallego y alineada con las recomendaciones de la Unión Europea.
Respuesta al inmovilismo estatal
Rueda criticó el inmovilismo del Gobierno central frente a las recomendaciones europeas en esta materia —formuladas por el Consejo de Europa en junio de 2022— y defendió la decisión de la Xunta de avanzar en un modelo propio, que considera “estratégico” dentro de sus políticas activas de empleo.
Este nuevo enfoque permitirá a los trabajadores adquirir conocimientos y habilidades de forma rápida y sencilla, adaptándose mejor a un mercado laboral dinámico y cambiante. Las microcredenciales están concebidas como certificaciones breves y específicas, alineadas con los requerimientos actuales y emergentes de los sectores productivos.
Consulta pública abierta hasta el 21 de abril
El primer paso será la consulta pública del anteproyecto de decreto, abierta a través del Portal de transparencia y gobierno abierto entre el 18 de marzo y el 21 de abril de 2025. Ciudadanía, asociaciones y organizaciones podrán enviar sus opiniones y propuestas sobre la futura norma.
Un marco normativo adaptado al tejido productivo
El decreto establecerá los criterios y características de estas microcredenciales: duración, adecuación sectorial, evaluación, certificación por parte de empleadores y mecanismos para garantizar la calidad, transparencia y accesibilidad de estas formaciones no regladas. También contemplará su reconocimiento formal, vinculando los resultados de aprendizaje con la clasificación europea ESCO.
El objetivo es construir un sistema que responda tanto a las necesidades de trabajadores como de empresas, fomentando la capacitación continua de las personas ocupadas y desempleadas, y favoreciendo la adaptación del talento a sectores como las TIC, energías renovables, industria, servicios o salud.
Complemento a la formación oficial
Este modelo no sustituye a la formación reglada, sino que la complementa, permitiendo romper con los itinerarios lineales tradicionales y promoviendo una oferta eficaz y flexible. Se busca así mejorar la empleabilidad, facilitar transiciones laborales y crear una reserva estratégica de talento que refuerce el crecimiento económico regional.
Refuerzo de las políticas activas de empleo
La norma permitirá consolidar medidas ya en marcha por la Xunta, como las unidades formativas o el Bono Talento Empresa (dotado con 2 millones de euros). Además, se integrará con otras iniciativas como los convenios con nueve clústeres y entidades económicas, financiados con 7,5 millones de euros, para que los propios sectores diseñen sus programas de capacitación.
También complementará la oferta de microformaciones formales de grado A incluidas en la convocatoria “a la carta del tejido productivo”, abierta actualmente con un presupuesto de 4 millones de euros.
Finalmente, el Gobierno gallego ha reiterado su petición al Ejecutivo central para que permita mayor flexibilidad en los fondos finalistas de formación para el empleo, con el fin de adaptar mejor las políticas activas a la realidad del mercado laboral gallego.