No habían pasado ni 24 horas de la confirmación del regreso del Deportivo al fútbol profesional cuando la felicidad de los aficionados se vio estallada por un enfrentamiento con el Concello. El deportivismo esperaba el saludo institucional desde María Pita y lo que se encontró fue un cruce de comunicados entre el club y el gobierno local, con el convenio de uso de Riazor como telón de fondo.
Primer golpe del Dépor y respuesta contundente del Concello
Las previsiones del Ayuntamiento de ayer lunes incluían, a las 19:30 horas, la recepción en el Palacio municipal al Deportivo, en calidad de recién ascendido. Con la celebración de Cuatro Caminos aplazada hasta el día 25 -último partido de Primera RFEF frente al Real Unión, en Riazor-, la masa social blanquiazul esperaba con ansia la salida al balcón de María Pita y una tarde de euforia. El Dépor, que sí había confirmado otros actos con instituciones y patrocinadores -estuvo en la Diputación , en el Xunta y en Abanca-, negó que fuese a acudir a la casa consistorial.
En un escrito publicado en torno a las 14 horas de ayer, la entidad de Plaza Pontevedra aseguraba que la cita con el Ayuntamiento quedaba suspendida debido a que «el club considera que la relación actual entre el RC Deportivo y el Concello no es la idónea para celebrar una visita de estas características».
Apenas una hora después del anuncio del Deportivo, el Gobierno municipal se manifestaba a través de un comunicado oficial. En él, el Ayuntamiento lamentaba «profundamente la decisión unilateral de la propiedad» del club -es decir, Abanca, como máximo accionista que es-, de privar a la plantilla, staff y afición de la fiesta del ascenso. En la nota de prensa, el ente local reiteraba su apoyo al Dépor, pero afirmaba que no cederá ante la exigencia del club de «entrega total y gratuíta de un bien público para su explotación económica y comercial exclusiva más allá del ámbito deportivo».
Contraataque blanquiazul
Por la tarde, el Deportivo hizo público un nuevo comunicado que incluía un borrador para la renovación del convenio. En su escrito, la entidad coruñesa señalaba que la falta de acuerdo entre ambos ponía en peligro su viabilidad económica e, incluso, su participación en el fútbol profesional la próxima temporada. Asimismo, el texto resaltaba que LaLiga necesita un certificado que garantice el uso del estadio por parte del Dépor para poder competir y que el Ayuntamiento era quien debía emitirlo.
Esta mañana, dicho certificado ha sido firmado remitido por parte del Tercer teniente de la alcaldesa y concejal delegado del Área de Fomento y Promoción de la Ciudad, Gonzalo Castro. El documento, además, se ha hecho público a través de los medios de comunicación de la ciudad.
María Pita defiende Riazor
Hoy también ha comparecido la alcaldesa, Inés Rey, en una declaración institucional en la que explicó el punto de vista del Gobierno municipal sobre el asunto. Rey califica el desplante del Deportivo como un «falta de respeto» hacia la ciudadanía y el deportivismo y habla de “chantaje” y de utilización del club para “sacar rédito particular”.
La regidora confirmó durante su rueda de prensa que el Real Club Deportivo “nunca pagó y nunca pagará” por el uso deportivo del estadio municipal de Riazor. “El convenio sigue vigente y mi intención, que permanece intacta, es la de adelantar su firma la este año”, señaló la alcaldesa.
Asimismo, invitó a la directiva del club de plaza Pontevedra a asistir al consistorio y rubricar el nuevo convenio, cediendo el estadio municipal para su uso exclusivamente deportivo. “Una cosa es el Deportivo y otra es ABANCA. Una cosa es el uso del estadio por el club y otra es su explotación comercial por parte de un banco. Y lo que no voy a hacer, ni yo ni creo que nadie de la corporación ni de la ciudad, es regalar un estadio que es de todos la un banco”, indicó la regidora, que recordó que el estadio “es de todos los coruñeses y coruñesas” y que no se le puede dar, cómo pide el accionista mayoritario, la explotación comercial de un bien público de tal relieve a una entidad privada.
Principales puntos del conflicto de Riazor
Entre lo que propone el Concello y lo que propone el Deportivo, hay varios temas de fricción que mantienen la lucha abierta entre ambas instituciones. Son los siguientes:
- La duracion del convenio: el Dépor quiere renovarlo por 40 años -es decir, hasta 2065-, pero el Ayuntamiento insiste en mantener la prórroga en 25 -igual que el último-.
- La cláusula de arraigo: el Concello exige que se meta un punto en el documento que garantice que el club juegue en la ciudad esté en manos de quien esté, es decir, que mantenga su vínculo con la ciudad en caso de ser vendido por los accionistas principales en la actualidad. Desde el Deportivo proponen eliminar este apartado, ya que podría dificultar una posible venta en el futuro.
- Explotación comercial del estadio: Inés Rey insiste en que desde María Pita se cede gratuitamente Riazor al Deportivo para el uso y disfrute deportivo del club -y sus multiples equipos, como Dépor ABANCA, Fabril o Juvenil, que ya han jugado allí-. El Deportivo, por su parte, reclama el derecho de organizar eventos extradeportivos en el estadio para su propio beneficio. Este punto es el de mayor confrontación, ya que desde el ente local se acusa a la propiedad del club de «exigir la entrega de una instalacion municipal para la la explotación económica y comercial mas allá del ámbito deportivo”. El Dépor, por su parte, incluye en el borrador que el ayuntamiento pueda seguir usando Riazor en momentos puntuales para celebrar eventos, pero con un límite de días al año.